30 septiembre 2013

Nuestro olmo



Hubo una vez un árbol que nació en el centro de un patio enorme; en aquel lugar donde los niños jugaban y reían.

Este árbol sabía, de esa manera vegetal y misteriosa en que los árboles saben las cosas, que  iba a enfermar.

Por eso un día, cuando iba a comenzar el otoño, sus hojas se tornaron amarillentas y su aspecto se volvió triste.


Los niños y las niñas, preocupados por su amigo se dieron cuenta de que había sido invadido por un enemigo animal, la "galeruca del olmo”, un bichito que se come sus hojas y hace enfermar el tronco.

Muy preocupados estuvieron durante todo el recreo intentando buscar una solución.




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